Sugar babies, sugar daddies, sugar moms… ¿qué son y qué hacen? El fenómeno sugar baby no se inventó ayer, pero desde hace unos pocos años ha conseguido llamar la atención hasta convertirse, según algunos, en toda una moda o forma de vida. El mundillo del sugaring pega fuerte en Estados Unidos y ha llegado a España con mucho impulso.
Sugar babies: chicas monas y hombres ricos

Este tipo de relaciones, bajo el nombre de acuerdos (como si fuera una transacción comercial al uso), está proliferando gracias a las cada vez más comunes páginas de contactos especializadas. En ellas, sugar babies y sugar daddies contactan y se conocen online, y acuerdan dar un paso más: citarse y conocerse en persona. Lo que surja queda entre ellos, regulado a través de un acuerdo en el que el sugar daddy aporta generosos regalos, viajes o dinero en efectivo, y la sugar baby los disfruta a cambio de darle compañía.
Al principio podrías suponer que sí, pero este acuerdo no siempre implica relaciones sexuales y tampoco llega al punto de ser un noviazgo ni algo romántico. Ambas partes saben lo que quieren y lo que están dispuestos a ofrecer. Los sugar daddies, normalmente personas de más de 40 años, con éxito profesional y mucho dinero, pero con poco tiempo o pocas ganas de embarcarse en una conquista y una relación, pagan por la compañía que desean.
Las sugar babies, chicas de clase media con pocos recursos, aportan su juventud, belleza, conversación interesante y simpatía. A cambio, pueden pagar la matrícula de la universidad, el alquiler y los gastos comunes del día a día. Pero muchas de estas sugar babies consiguen disfrutar de un tren de vida que está al alcance de muy pocas personas. Así, viajan a lugares de ensueño, pasan las vacaciones en un yate, llenan sus armarios de la mejor ropa y cenan en restaurantes de lujo.
Un sector que no deja de crecer
¿Cómo se explica este auge? Sin duda, internet lo hace fácil. Las relaciones vía chat o mensajería ahorran muchos esfuerzos y dificultades, ya lo sabes. Por otro lado, la sexualidad cada vez más liberada ayuda a que este fenómeno sea visto sin muchos aspavientos, sobre todo entre los propios usuarios. Ellas mismas le quitan importancia y saben muy bien dónde están, qué hacen y qué quieren: mucho dinero y pasarlo bien.
Y tú, ¿cómo lo ves? ¿Te va el sugaring?